En las escuelas afganas sólo los hombres tenían acceso a educación digital, pero Roya Mahboob (Nikohl Boosheri), se empeñó en aprender y entender el computador. Decidió que este aprendizaje debía ser compartido a otras mujeres. En una nación donde educar a las niñas es visto como un acto de rebelión. Roya se atrevió a capacitar a niñas e incluso a formar un equipo de robótica con ellas, les dio la posibilidad de soñar y ver más allá. Tras participar en algunos torneos el equipo, logró captar la atención mundial, su éxito despierta esperanza, pero también oposición. Mientras las amenazas aumentan y se hacen sacrificios, su valentía y unidad encienden un movimiento que podría transformar el mundo para siempre.
Basada en una historia real, Roya la protagonista de este film, es una mujer emprendedora, visionaria y bondadosa. Que le da al grupo de niñas, la posibilidad de aprender computación, primero y posteriormente, formar el equipo de robótica, donde la unión y los talentos de las chicas las llevó al éxito. Desafiando el ambiente hostil, de algún sector de su país, pero también, sintiendo orgullo y dándose cuenta de lo que eran capaces. Buenas actuaciones y mención especial para la aparición de Phoebe Waller-Bridge.
La trama los mantendrá atentos, porque a pesar de la situación dramática que viven las jóvenes, hay una buena dosis de humor, es una bella historia, que emociona y nos hace sentir orgullosas de ser mujer. Las soñadoras afganas, son valientes, inteligentes y muy unidas. Roya es su líder y tal como le dice una de las integrantes del equipo: “Nos diste la oportunidad de ser mucho más”. Lleve pañuelo, porque estoy segura, que le saldrá más de alguna lágrima.
Se estrena en cines el 27 de marzo.