Por: Elizabeth Salazar T.
Llega la esperada más reciente película del director Clint Eastwood, se trata de un drama judicial que nos muestra a Justin Kemp (Nicholas Hoult), un hombre de familia, que ha sido designado para cumplir con su deber cívico y formar parte de un jurado en un juicio. A pesar de manifestar que se encuentra viviendo un momento familiar complicado, porque su mujer Allison (Zoey Deucth), se encuentra con un embarazo de alto riesgo y el parto puede suceder en cualquier momento, no puede zafar de la designación. En el juicio se acusa a James Michael Sythe (Gabriel Basso), de asesinar a su novia Kendall (Francesca Eastwood), pero cuando Justin va conociendo detalles del caso, se encontrará luchando con un serio dilema moral. Algo que podría utilizar para influir en el veredicto del jurado y potencialmente condenar (o liberar) al asesino acusado…
El protagonista de este film, se verá enfrentado a una gran dilema, debido a que le será imposible ser un jurado imparcial en el caso. A ratos lo vemos como un mero observador de los demás miembros del jurado, que debaten acerca de si James, es o no culpable, para que el veredicto sea válido, deberá haber una amplia mayoría, algo que genera tensiones entre ellos, debido a que, sin duda, faltan pruebas para tomar una decisión. Además, los antecedentes que tienen del acusado generan que se produzcan prejuicios acerca de su culpabilidad. Justin, se verá cada vez más angustiado y complicado, sobre si contar o no, lo que él sabe.
A pesar de parecer una historia sencilla, la trama mantiene en suspenso a el espectador, tiene algunos giros inesperados, le dan mayor dramatismo, que lo tendrán atento hasta el final. Hay que destacar la excelente actuación de Nicholas Hoult, que transmite muy bien, los temores y las emociones de Justin, creo que este año, fue la consagración de este gran actor, que hemos visto crecer en la pantalla grande. En el elenco también, se encuentra la gran Toni Collette, como la sagaz abogado de Kendall, quien con su expertis y algo de intuición, querrá indagar más allá, de lo que parece evidente. Ella es una actoraza, que por supuesto, realiza una muy buena interpretación.
Hay quienes piensan, que este film es la despedida de Clint Eatswood, de la dirección, es una gran película, que juega con el espectador llevando a los límites de la moralidad. Particularmente, me recordó mucho el estilo del director Alfred Hitchcock, que siempre en sus films tenía un falso culpable, va muy en esa línea “Jurado N°2”.
Una película de esas que, tras verla, no podrá sacarse de encima, porque lo dejará reflexionando sobre la verdad, la justicia, lo políticamente correcto y como dice una conocida frase, el dilema entre ser o parecer… Si es una despedida de Eastwood, aunque espero que no lo sea, es una muy buena. Es una excelente opción, para ver durante estos días.
Puede verla desde el 20 de diciembre en Max.
