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Festival Internacional de Cine de Valdivia anuncia sus secciones homenajes cine chileno, homenajes musicalizados en vivo y sus cineastas en foco para la edición 2024

by Lizkei10
  • Focos inéditos en Chile que destacan el trabajo de Armando Rojas Castro y Jaime Barrios nos trae esta versión de FICValdivia en su sección Homenajes Cine Chileno.
  • Los Homenajes Musicalizados en Vivo tendrán su foco en el centenario del filme soviético Aelita, de Yákov Protazánov, en la obra de la cineasta y actriz cómica estadounidense Mabel Normand y en el trabajo conjunto del cineasta Dimitri Kirsanoff y la actriz Nadia Sibirskaïa.  
  • Este año se han programado cuatro focos sobre los cineastas Cecilia Bartolomé, André Novais Oliveira, Messaline Raverdy y Elena Duque.

Como parte de los anuncios de su programación 2024, FICValdivia presenta sus destacadas secciones Homenajes Cine Chileno, Homenajes Musicalizados en Vivo y los esperados Cineastas en Foco.

Homenajes Cine Chileno

Este año FICValdivia inaugura un nuevo espacio en su sección Homenajes, dedicado íntegramente al cine nacional.

Para ello ha programado un foco a Armando Rojas Castro (1896-1968), uno de los pioneros del documental en Chile y quien vislumbró en ese género una vía directa para la educación y la cultura de la población, en parte a raíz de su labor docente en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago.

Su vocación didáctica del cine se inicia en 1920 con Uno de abajo, su primer largometraje que advierte sobre los peligros del alcoholismo, trabajo que lo impulsa luego a viajar a Alemania a conocer de cerca la labor productiva de la UFA y a enseñar español en la universidad de Berlín. De esa experiencia surgió su segundo documental, el cortometraje Lo que vi en Alemania (1926), luego del cual retorna a Chile para fundar en 1929 la primera institución cinematográfica ligada a la enseñanza del cine como herramienta, el Instituto de Cinematografía Educativa de la Universidad de Chile, desde donde reencauzará su labor de creación en el cine de no ficción. Más tarde, hacia comienzos de los años cuarenta, se suma también como asesor técnico de la recién creada Chile Films, en representación de la Universidad de Chile, labor que abandona pronto por discrepancias de administración y crea el noticiario DIC al alero de la Dirección de Informaciones y Cultura de la Presidencia de la República, que le permite mantener una labor sistemática de registro de actualidades, sin abandonar nunca la producción independiente de documentales.

La selección de obras que forman parte del homenaje que le dedicará FICValdivia en conjunto con la Cineteca de la Universidad de Chile a la producción de Rojas Castro se centra en parte en ese período fructífero entre sus labores cinematográficas para la Universidad de Chile y para la Presidencia de la República, e incluye los cortometrajes Santiago, también conocido como El Corazón de una Nación, realizado en 1933 y La Tirana, en 1944, y extractos del noticiero Chile al Día, esto último gracias a la colaboración de la Cineteca del Museo de Colchagua.

A su vez, se exhibirán Antártida Chilena (1947) y El Presidente de Chile en la Antártica (1948) cuyos negativos originales fueron repatriados desde México por FICValdivia para permitir su rescate y digitalización por parte de la Cineteca de la Universidad de Chile. Antártida Chilena registra con muy cuidadosa factura la primera expedición chilena al Polo Sur que congregó a científicos, políticos y escritores a comienzos de ese año.

Junto al foco dedicado a redescubrir la obra de Rojas Castro, el Festival ha recuperado la figura de Jaime Barrios (1945-1989), artista formado como cineasta en Nueva York, ciudad a la que llegó con 18 años en 1963, luego de abandonar Chile después de un accidente de auto que lo mantuvo postrado por meses.

Barrios se integró en la creciente escena de la vanguardia cinematográfica organizada en el Lower East Side de Nueva York, eclosión del cine expandido neoyorkino y del happening que Jonas Mekas registró profusamente en sus textos para la revista Film Culture. Desde allí el chileno integró colectivos de cine callejero y realizó un puñado de filmes hacia el final de la década de los sesenta, manteniendo en ellos la vocación de lo que Mekas había llamado “cine espontáneo”. De esa producción FICValdivia exhibirá Homenaje a Nicanor Parra (1968), filme mítico y casi maldito de 44 minutos, que Barrios filmó durante la visita del poeta a Nueva York y que se estrenó fugazmente en Santiago ese año -en la Cineteca de la Universidad de Chile, en el Teatro Municipal de Las Condes y en el Centro de Cultura Checa, según registra las crónicas de prensa-. El filme se rodó en parte en la residencia del pintor Nemesio Antúnez en Manhattan, mientras ejercía como agregado cultural, y está construido a partir de una entrevista a Parra a cargo del bailarín venezolano Rolando Peña, que empalma bruscamente con una fiesta psicodélica.

Poco antes de esa película, Barrios realizó Film Club (1968), corto de 26 minutos que registra de manera directa las acciones de la Young Filmmakers Foundation (YFF), colectivo integrado por el propio Barrios, dedicado a la enseñanza del cine a adolescentes puertorriqueños del  Lower East Side de Nueva York.

El tercer filme de este homenaje es This is Not a Demonstration (1969), corto de 8 minutos que recoge un día en las actividades realizadas a mediados de los sesenta por el Teatro de Guerrilla creado por el dramaturgo colombiano Enrique Vargas y orientado fundamentalmente a representaciones callejeras para inmigrantes latinos en Nueva York.

Cabe destacar que el año 2018 la revista cinematográfica online laFuga le dedicó un completo dossier a la obra de Jaime Barrios, rescatando su figura. Esta muestra actúa como continuidad y complemento de aquel primer paso, y sus obras serán exhibidas en formato original 16mm.

Homenajes Musicalizados en Vivo

Los homenajes musicalizados tendrán en esta edición su foco en el centenario del filme soviético Aelita, de Yákov Protazánov, en la obra de la actriz cómica estadounidense Mabel Normand y en el trabajo del cineasta Dimitri Kirsanoof junto a la actriz Nadia Sibirskaïa.  

En los primeras dos décadas de existencia del cine, Mabel Normand (1892-1930) se alzó rápido como una de las primeras actrices de comedia en el entorno de Mack Sennett y en paralelo al ascenso de figuras como Charles Chaplin, para quien escribió y dirigió algunos de sus primeros cortos, además de coprotagonizarlos. La mitología cinematográfica la sindica, además, como la primera persona que arrojó una torta en la cara de un actor -en 1913 precisamente en un filme de Arbuckle-, iniciando una tradición interminable en la comedia física estadounidense.

Luego de su alejamiento de Mack Sennett creó su propia productora. Lamentablemente moriría de manera muy prematura en 1930, luego de un progresivo deterioro de su salud.

El homenaje a la figura de Mabel Norman incluye cuatro cortos dirigidos y protagonizados por ella que están cumpliendo 110 años de existencia:  Mabel’s Strange PredicamentMabel’s Married LifeCaught In A Cabaret y Mabel At The Wheel.        

En el caso de Aelita es diferente porque, en el marco de una producción dominada por el peso simbólico del montaje y de fuerte vocación histórico política, esta película es una rareza porque cuenta la historia de un joven que viaja hacia el planeta Marte para incitar allí una revolución proletaria contra el rey con el apoyo de la princesa Aelita, que se ha enamorado de él. En su textura visual, el filme se aleja diametralmente del cine de montaje que Eisenstein, Pudovkin y, poco después, Vertov, instaurarán como estética soviética durante los años 20. La progresión de Aelita es esencialmente lineal y su estética está más cerca del expresionismo de El Gabinete del Doctor Caligari que de El Acorazado Potemkin en tanto combina interiores realistas con fastuosos decorados futuristas que serán muy influyentes para la estética de la ciencia ficción, partiendo por lo que Fritz Lang va a conseguir con Metrópolis tres años más tarde.   

Muy distinto es el caso de Dimitri Kirsanoff, realizador de origen ruso que se trasladó hacia 1920 a Francia e inició ahí su vínculo con el cine, potenciado gracias a su matrimonio con la actriz gala Nadia Sibirskaïa, que protagonizó algunas de las películas que Kirsanoff realizó durante esa década. El foco que une a los dos artistas incluye Ménilmontant (1926), probablemente su más célebre filme, y el cortometraje Brumes d’automne (1928).

Ménilmontant es una cinta breve de sólo 38 minutos que muestra la vida miserable de dos hermanas huérfanas en ese barrio pobre de París que le da título al filme. La película se inicia con un asesinato brutal filmado con planos breves, bruscos y entrecortados a los que siguen como contraste imágenes de gran ternura de las jóvenes protagonistas, víctimas tangenciales de esa violencia y, luego, a ambas muchachas en el cementerio. Es un estilo fragmentado y elusivo el que da vida a la construcción de Kirsanoff en tanto pareciera estar en un punto medio entre la figuración vanguardista del cine francés de los años 20 y una primera aproximación al realismo poético, de corte naturalista, de la década siguiente, prefigurando, en cierto modo, a un realizador como Jean Vigo. 

Aunque Brumes d’automne es un ejercicio de gran simpleza en su argumento, mantiene sus atributos en el predominio del montaje y en el carácter poético con que el realizador entrelaza las imágenes de una mujer que quema desoladamente un conjunto de cartas, con planos calles, construcciones y naturaleza que le sirve como comentario y complemento. Aquí el peso y la intensidad del rostro de Nadia Sibirskaïa es clave porque todo el peso de este cortometraje se sostiene en su gestualidad.

Esta muestra es posible gracias al apoyo de Ambassade de France au Chili e Institut Français Chile.

Cineastas en Foco

Este año FICValdivia ha programado cuatro focos a cineastas que, desde distintas realidades productivas se han acercado a escenarios de creación de mayor independencia y experimentación. Se trata de la española Cecilia Bartolomé, el brasileño André Novais Oliveira, la belga Messaline Raverdy, y la española, de origen venezolano, Elena Duque. 

Formada en la Escuela Oficial de Cine de Madrid en los años sesenta, Cecilia Bartolomé (Alicante, 1940) tiene el prestigio de ser considerada como una cineasta transgresora virtualmente desde su filme de graduación, Margarita y el Lobo (1968), el cual fue prohibido por el régimen franquista, lo cual le valió ingresar a una lista negra que le impidió volver a dirigir una película hasta la propia muerte del dictador español. Margarita y el Lobo es una sátira con elementos de musical que ejemplifica el estatuto de la mujer durante los tiempos de Francisco Franco. El filme confirma una voluntad rabiosa en la renovación de las formas del cine español, que Bartolomé ya había esbozado en sus anteriores trabajos de escuela, como Carmen de Carabanchel (1965) -aproximación ficcionada a la cotidianidad sexual de las mujeres de clase media, obra muy influida por la estética de la Nouvelle Vague. Esa voluntad fue confirmada en su primer largometraje, ¡Vamos, Bárbara! (1978), relato sobre el proceso de liberación de las ataduras patriarcales de una mujer de cincuenta años, considerada como la primera película feminista en la historia del cine español. El foco en FICValdivia se orienta a los primeros tiempos de su obra e incluye las tres obras previamente señaladas.

Puede decirse que hay dos tipos de cineastas. Los que hacen del retrato un paisaje, y los que hacen del paisaje un retrato. André Novais Oliveira pertenece a la segunda categoría. Su cine, marcado por un rigor arquitectónico del encuadre, es, en la misma medida y sin contradicción, de una densidad sentimental única. La gente en sus películas habla poco y esconde casi todo. Sus personajes sienten mucho más de lo que son capaces de expresar, mientras su cámara ausculta opacidades. Sus espacios, a su vez, son siempre familiares, ya sea el patio de la casa o un agujero de gusano abierto hacia una dimensión desconocida. 

Por lo menos desde Fantasmas (2010), su primer cortometraje a recibir reconocimiento en festivales, André Novais Oliveira es el sinónimo de una de las miradas más singulares del cine brasileño de este siglo. Reconocido por una marca autoral asentada en una búsqueda poética de lo cotidiano y por trabajar muchas veces con sus familiares – padre, madre, hermano – como actores en los roles protagónicos de sus películas, su cine está, sin embargo, en las antípodas de un servilismo a la reproducción de la realidad inmediata. Su filmografía es capaz de cruces delirantes entre ciencia ficción y comedia costumbrista (Quintal, 2015), ensayo autorreflexivo y drama romántico (Fantasmas, 2010), cartografía urbana y novela de aprendizaje (Temporada, 2018), metacine y coming of age (Pouco Mais de um Mês, 2013), carta de amor y ensayo experimental (Pai, 2020) o de trillar senderos poco recorridos por el cine Latinoamericano actual, como la comedia romántica de pura cepa (O Dia que Te Conheci, 2023). En tres largometrajes y un conjunto incomparable de cortos, André Novais Oliveira viene construyendo un cine a la vez sencillo y profundamente misterioso, hecho con pocos recursos narrativos y una cantidad infinita de imaginación. Todas las obras mencionadas, junto a su primer largometraje Ela volta na quinta (2015) y su último cortometraje Quando Aqui (2024) serán exhibidos en FICValdivia en presencia de su autor.

La cineasta belga Messaline Raverdy desde sus estudios de filosofía, literatura y artes visuales en Paris 7 derivó hacia la experimentación con la materialidad de diferentes soportes fílmicos, tanto Súper 8 y material de archivo -muchas veces filmes antiguos-, para construir con ellos una reflexión sobre la memoria, la intimidad y la identidad, tendiendo puentes con emblemas belgas del cine de ensayo en primera persona como Chantal Akerman, Boris Lehman y Eric Pauwels. Su foco en FICValdivia presentará su mediometraje Derrière les volets (2018) en el que la realizadora relaciona, a partir de los objetos y recuerdos de su abuela, la idea de la fugacidad de la existencia, las relaciones sociales y laborales en aquella fábrica familiar que ya no exista, mientras la cineasta vive el proceso de espera de su primer hijo. También se exhibirá su reciente Ote- toi de mon soleil (2023) mediometraje documental que registra la cotidianidad de Joseph, un marginal con Mal de Diógenes que recolecta papeles y objetos de todo tipo con los que ha copado su hogar y transformado en un laberinto. Nuevamente la obsesión por los objetos como constructores de identidad se filtran en esta obra que, no por ello, descuida la observación atenta y cariñosa de sus personajes. La visita a Chile de Messaline Raverdy fue posible gracias a una alianza con la Embajada de Bélgica en ChileWallonie-Bruxelles International y Délégation générale WallonieBruxelles au Chili.

Mar de Coral (2021), cortometraje silente exhibido en la sección Tramas en el FICValdivia 29°, fue el primer encuentro chileno con la obra de Elena Duque, en este caso, un trabajo experimental que toma material en Super 8 de distinta naturaleza y lo organiza a partir de sus tonalidades de color.

Duque ha construido su trabajo como realizadora en paralelo a sus actividades como programadora de festivales, crítica y también editora. Su obra está compuesta por miniaturas fílmicas donde explora la memoria de un lugar, un objeto o una textura que componen parte de su biografía al mismo tiempo que juega con las posibilidades del cine por medio de la animación stop-motion, el collage y la pintura, para hacer estallar los elementos geográficos, afectivos e imaginativos que la atraviesan.

Elena Duque realizará una exhibición de sus trabajos en digital y super 8mm La mar salada (2014), Valdediós (2019), Colección Privada (2020), Patio (2024), Mar de Coral (2021), Ojitos Mentirosos (2024) y Cruzando el río (2024). A su vez realizará Curso de pintura rápida para principiantes, filme performance en 16mm compuesta por Para Sonia (2023), Naturaleza Muerta (2023), Pintura-acción (2023) y Retrato sentado (2023). 

El Festival Internacional de Cine de Valdivia (FICValdivia) se realiza este año del 14 al 20 de octubre. Se trata de un certamen fundado y organizado por la Universidad Austral de Chile; producido por el Centro Cultural de Promoción Cinematográfica de Valdivia; invita la Ilustre Municipalidad de Valdivia, el Gobierno Regional de Los Ríos y Codeproval; financia el Fondo de Fomento Audiovisual, Programa de Festivales Colaboradores del Consejo del Arte y la Industria Audiovisual y el Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. 

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