· El famoso título de R. Wagner vuelve al Teatro después de 20 años, en una apuesta que además contará en su ficha artística con Alejo Pérez y Pedro-Pablo Prudencio, en la dirección musical; Noelia González, quien debuta en la escenografía; Luciana Gutman, en el vestuario; y José Luis Fiorruccio, en la iluminación.
· Además, actuará un destacado elenco de cantantes internacionales y chilenos: Ryan McKinny (El holandés errante), Wendy Bryn Harmer (Senta), Vazgen Gazaryan (Daland), Alec Carlson (Erik), Nicolás Noguchi (Timonel del buque) y Evelyn Ramírez (Mary).
· Entradas disponibles desde los 6.500 pesos en www.municipal.cl.
Tras blasfemar contra Dios, un capitán de barco es condenado a errar sin rumbo por el océano durante toda la eternidad, transformándose en un fantasma. Su única oportunidad de romper con la maldición es encontrar a una mujer que lo ame hasta la muerte, pero para lograrlo solo tiene permitido tocar tierra una vez cada siete años. Así narra la leyenda en que se basa El holandés errante, ópera en tres actos con libreto y música de Richard Wagner que vuelve al Teatro Municipal de Santiago entre el 17 y el 30 de noviembre, luego de 20 años sin presentarse en este escenario.
Su equipo artístico está liderado por el destacado director escénico argentino Marcelo Lombardero, al que se suman Alejo Pérez y Pedro-Pablo Prudencio, director residente de la Orquesta Filarmónica de Santiago, en la batuta. Asimismo, Noelia González debuta como escenógrafa en el Teatro; Luciana Gutman, está a cargo del vestuario; y José Luis Fiorruccio es el responsable de iluminación. Por otro lado, un destacado elenco de cantantes internacionales y chilenos conforman el elenco. Se trata de Ryan McKinny, en el rol de El holandés errante; Wendy Bryn Harmer, en el de Senta; Vazgen Gazaryan, como Daland; Alec Carlson, en el papel de Erik; Nicolás Noguchi, en el del Timonel del buque; y Evelyn Ramírez, actuando como Mary.
“Esta es una ópera fantástica, un mito popular. Wagner utiliza estos tópicos para ofrecernos una obra revolucionaria a partir de la tradición, en la que aparece por primera vez algo que va a cambiar para siempre nuestra manera de percibir el espectáculo escénico musical, la psicología. Para decirlo de una manera más sencilla los personajes no solo se expresan en sus textos, sino que además la música habla por ellos desde una profundidad sicológica,señala Marcelo Lombardero. Y agrega “La historia de una chica que se enamora de un fantasma, de un ser irreal al que tiene que redimir a partir del propio sacrificio. El holandés es una ‘creación’ de Senta que no soporta su entorno. Un entorno patriarcal y violento del cual no tiene salida. Si analizamos esta historia de alguna manera ‘El holandés’ es el ‘síntoma’ de Senta y que esta realiza un supremo acto de liberación”, finaliza.
La nueva producción del Municipal de Santiago no sitúa la acción en un tiempo y lugar históricos determinados, aunque el público podría ubicarla a partir de la mitad del siglo XX en una ciudad marina y fría, por ejemplo, en el norte de Europa o el sur de América. En cuanto al dispositivo escénico, se trata de una apuesta que además de elementos corpóreos, cuenta con proyecciones y efectos visuales que permiten moverse entre el hiperrealismo y el surrealismo.
El Wagner poeta
Con un argumento basado en Las memorias del señor de Schnabelewopski de Heinrich Heine, quien a su vez se inspiró en la leyenda de El holandés errante, así como los días que el mismo R. Wagner pasó en altamar entre Letonia y Londres, el título se estrenó en el Teatro Real de la Corte de Dresde en 1843, bajo la batuta del compositor alemán, destacando por ser la primera ópera en que usó el leitmotiv o una melodía única asociada a cada personaje.
Originalmente, este drama en un acto se llamó El barco fantasma. Su libreto fue vendido a la Ópera de París, pero R. Wagner no logró convencer a su director de que también comprara la música, lo que lo impulsó a completar la obra autónomamente y aumentar la longitud a tres actos. Tras unos esfuerzos infructuosos para estrenarla en Berlín, finalmente logró presentarla por primera vez en Dresde, gracias al éxito de su ópera Rienzi.
Para entonces, Richard Wagner iba transitando hacia una idea distinta de ópera, llegando a señalar en 1851 que “desde (la creación de El holandés errante) comienza mi carrera como poeta y mi adiós a la mera invención de libretos”. De hecho, deseaba que este título se interpretara de forma continua, sin hacer pausas entre los actos, requerimiento poco considerado debido a las costumbres del público de la época. Fue a inicios del siglo XX, casi dos décadas después de su muerte, que sería presentado en el Festival de Bayreuth bajo un concepto más similar al de Richard Wagner, en una producción dirigida por Sigfried Wagner, su tercer hijo con Cosima von Bülow.
Entradas disponibles desde los 6.500 pesos en www.municipal.cl.
Funciones:
Domingo 17 de noviembre – 17:00 horas
Miércoles 20 de noviembre – 18:00 horas
Sábado 23 de noviembre – 17:00 horas
Miércoles 27 de noviembre – 18:00 horas
Sábado 30 de noviembre – 17:00 horas