Desde niño, Juan Pedro Verdier ha tenido una vida errante con su familia, rondando desde su Uruguay natal hasta Canadá, Argentina, Brasil, y terminando en Chile. “Yo no creo en la geografía como forma de identificar a dónde pertenezco. No me siento de ningún país, no me compro la identidad ficticia de la patria”, deduce Juan Pedro.
Al terminar el colegio en Puerto Varas se puso a estudiar Ingeniería en Maquinaria y Vehículos Automotrices, pero aunque él soñaba con ser Toretto de “Rápido y Furioso”, no le gustó la carrera. El resto de la historia es conocida: un día estaba viendo la televisión y sintonizó “Mekano”, donde bailaba una joven Karen Bejarano. Entonces decidió dejar toda su vida en el sur para mudarse a Santiago con una mochila y sin conocer a nadie en la capital. Todo para conocerla.
“Le dije a mi madre ‘Voy a entrar a ese programa y voy a pololear con ella’. Fue algo mágico como en la película ‘Avatar’ cuando se conectan con un dragón y no con otro. Entonces me lancé a la vida como lo suelo hacer. Llegué al Terminal de buses a mitad de la noche, encontré un hospedaje a $3.500 que era lo más insalubre. Dormí toda la noche abrazando mi bolso. Y al día siguiente empecé a ir a los distintos canales a buscar la oportunidad de trabajar. Tenía 18, 19 años”, recuerda.
Tras trabajar de barman en barrio Suecia, un día se coló en un casting de “Mekano”, y curiosamente lo escogieron. Entonces logró conocer a Karen. “Yo como baboso la miraba para todos lados y ella obviamente me rechazó un montón de tiempo. A los 35 años me diagnosticaron con déficit atencional e hiperfoco, entonces no podía dejar de mirarla y no me daba ni cuenta”, confiesa.
Finalmente tras unos meses, por consejo de sus amigos, dejó de seguir tanto a la intérprete de “No por él”, entonces ahí a Karen se le empezó a despertar el interés. Y empezaron a salir, luego tuvieron un hijo, se casaron y se mantuvieron juntos por más de 20 años, convirtiéndose en una de las parejas más estables de la televisión.
Esto hasta que, en enero de este año, Karen y Juan Pedro admitieron que estaban separados. La explicación él dice no tenerla muy clara. “Yo creo que aquel que tiende a ser artista está en busca del estímulo de la aceptación del prójimo, y eso es finito, y una vez que la persona se acostumbra, requiere de una mayor cantidad de algún estímulo. Tras 20 años viviendo juntos, trabajando juntos, viajando juntos, día y noche, naturalmente cada conflicto hace que todo se desgaste, e inconscientemente nuestros caminos fueron tomando direcciones distintas. Y sin que faltara el amor entre nosotros, en un momento nos dimos cuenta que estábamos como viviendo una vida cada uno”, sostiene.
Además, asegura que había una presión social de verlos siempre bien. “El tener esta fama de ser siempre la pareja más estable era un peso enorme. Había una carga de pensar que si nos separamos íbamos a romper esta magia que todo el mundo aplaude. Por eso creo que aguantamos mucho tiempo creyéndonos que podíamos hacer como que nada malo ocurre. Pero obviamente necesitábamos estar lejos”, reflexiona.
A eso se suma que ambos tenían formas de ser muy diferentes. “Ella siempre tuvo una actividad laboral muy intensa, y eso a veces impide ver la situación que se esté dando en tu vida personal, te deja pensando que todo está bien. En cambio yo siento que soy diferente, a mí no me desespera correr atrás del bien económico, del éxito o del aplauso”, indica.
Así, Juan Pedro pasó más de una década alejado de la TV abierta. Hasta ahora, cuando aceptó la oportunidad de ingresar a “Mundos opuestos”. “No me gustaban las alternativas que había en la tele, y encontraba que se transformó en una carnicería de clickbait. No estuve dispuesto a transar ciertas cosas como algunos de mis compañeros de ‘Mekano’, lo que me mantuvo un poco alejado. Pero después de haberme mantenido al margen por tanto tiempo, me entusiasma entrar a este reality, y tengo la fe de que ahora van a saber mi nombre, cuando salga de ‘Mundos opuestos’”, sostiene. Él busca que sea reconocido y valorado más allá de su vínculo con Karen Paola.
Y afirma que el motivo de escoger este reality es porque es el único donde podría haber entrado. “He leído mucho sobre supervivencia, y estoy en un gran momento físico porque entreno artes marciales mixtas. Siento que inconscientemente todo me preparó para una instancia como ésta. Estoy listo para exigir mi cuerpo y mi mente a niveles en que nunca lo había hecho antes, y vengo a ganar”, asegura.
“Mundos opuestos: Y tú ¿de qué lado estás?”, pronto por las pantallas del 13 y todas sus plataformas.