Este jueves 15 de mayo llega a los cines de Chile “La carga más preciada”, la nueva película del director Michel Hazanavicius (“El artista”), basada en la conmovedora novela de Jean-Claude Grumberg. Esta obra animada, que tuvo su preestreno en competencia oficial en el Festival de Cannes y fue nominada a la Palma de Oro, también compitió en el prestigioso Festival de Annecy, donde fue nominada a Mejor Película, consolidando su lugar como una de las animaciones más destacadas del 2024.
Un pobre leñador y su mujer vivían en un gran bosque. El frío, el hambre, la pobreza y una guerra a su alrededor hacían que sus vidas fueran muy duras. Un día, la mujer del leñador rescata a una bebé. Una niña arrojada desde uno de los muchos trenes que atraviesan constantemente el bosque. Esta bebé transformará las vidas de la pobre mujer del leñador y de su marido, así como las de aquellos en cuyo camino se cruzará la niña, incluido el hombre que la arrojó desde el tren. Y algunos intentarán protegerla, cueste lo que cueste. Su historia revelará lo peor y lo mejor del corazón de los hombres.
La prensa ha elogiado el filme desde su estreno en Cannes. Peter Debruge de Variety la calificó como “una imborrable historia destinada a ser vista y compartida por las generaciones venideras”. Leila Latif de Indiewire, en tanto, la descubrió como “una fábula cruda pero elegante”.
“Cuando encuentras una historia realmente extraordinaria no puedes dejarla pasar”
“Es una historia profunda, poderosa y humanista, y al mismo tiempo es sutil y modesta”, destaca Hazanavicius. “Cuando la descubrí, incluso antes de que se publicara, para mí ya era un clásico. Sin duda, lo más difícil para mí, como director de cine, fue encontrar una historia que realmente valiera la pena contar. Siempre puedes encontrar buenas escenas, buenos actores, buenas situaciones y grandes momentos cinematográficos, pero cuando encuentras una historia realmente extraordinaria no puedes dejarla pasar”.
Uno de los grandes desafíos del director fue retratar el Holocausto a través de una fábula entrañable y conmovedora. “Comenzamos con la ficción más asumida y a través de los ojos de los personajes, siguiendo su historia al mismo tiempo que ellos, tomamos conciencia del horror de la guerra. Así es como la realidad va entrando gradualmente en la narrativa”, analiza el cineasta. “Es más que un simple cuento. Más bien, una reinterpretación de cómo se cuentan los cuentos. Tal vez sea mi forma de ver o tratar los géneros o mi trabajo en su conjunto, pero no creo que sea completamente una narrativa clásica. Creo que el mecanismo que Jean-Claude encontró es tanto original como profundo, pero, sobre todo, tiene un asombroso poder emocional. Para mí, usar la forma de contar historias para narrar esta historia precisamente da vida a la infancia tanto en el tema como en la forma, y eso es lo que intenté mantener al hacer la adaptación cinematográfica”.
Sobre su incursión en un nuevo género, el cineasta opina: “La animación es ultra-ficción, mientras que las tomas de acción real tienden a hacer que las personas piensen que estás retratando la realidad. En una película animada, nada es real, y eso es visible y asumido. Ya existe una distancia que impone el propio formato”