En esta época del año, en la que estás buscando el jardín o el colegio donde matricular a tus hijos, El Algarrobo Propiedades te comparte algunas razones que te convencerán de que vivir cerca del lugar donde estudien es una de las mejores decisiones que puedes tomar.
Poder llevar a tus hijos andando tranquilamente mejorará –y no sabes hasta qué punto– tu calidad de vida: te ahorrarás los tacos de las horas punta, tus hijos madrugarán menos, y además, es una opción muy respetuosa con el medio ambiente. Considerar que cuando los niños son más grandes pueden trasladarse solos caminando, lo que ayuda en su crecimiento, independencia y formación en la cultura vial.
Comodidad es calidad de vida. Cuando no tienes que preocuparte por los tacos, puedes ir caminando o en bicicleta a dejarlos y a buscarlos, aprovechas de hacer ejercicio y hacer un alto en el estrés.
Adiós al auto y a los tacos
Sin duda, una de las ventajas más evidentes es que evitamos la dependencia del auto. Ya que en un corto paseo podemos llegar al centro escolar de nuestros hijos. De esta manera, además de ahorrar dinero en gasolina, evitamos sacar el auto del estacionamiento y circular durante varias calles hasta el colegio. Recuerda, no solo hay que lidiar con el tráfico, sino que luego –y para colmo– hay que encontrar estacionamiento.
Aunque es posible que seamos de los que optemos por el transporte público como medio de locomoción para llegar al colegio, en este caso también las ventajas son evidentes porque nos evitaremos las prisas por llegar a la parada a tiempo, los empujones y el abarrotamiento de gente propio de estas horas.
Más tiempo en familia
Llevar a tus hijos al colegio caminando o en bicicleta es una actividad compartida que sirve para conversar relajadamente y aumentar la comunicación y la confianza entre padres e hijos. Es un momento de recreación y cercanía emocional.
Además, evitar desplazamientos en auto en la hora pick en que todos van apurados, evita el estrés y también se traduce en más tiempo juntos para compartir momentos de calidad y construir familia.
Madrugar menos y despertar con luz natural
Otro de los inconvenientes de tener el colegio lejos de casa es la necesidad de tener que levantar a los pequeños horas antes para poder llegar a tiempo. De hecho, emplear más tiempo para el desplazamiento les obliga a madrugar. Así, es posible que lleguen más cansados y desganados e incluso algunas veces sin apenas haber podido desayunar correctamente. Una desventaja de la que nos libramos si tenemos un centro escolar cerca de casa.
Un trayecto que pueden realizar ellos mismos sin compañía de nadie
Otro de los beneficios de la cercanía con el recinto escolar es que a una cierta edad podrán hacer el recorrido por ellos mismos, sin necesidad de que los acompañemos, dada su cercanía y lo bien que se conocen el camino. Por lo tanto, fomentamos su autonomía, algo que siempre es positivo en el desarrollo del niño.
Los amigos de tus hijos son tus amigos
No hay nada mejor que poder tener a tus hijos divirtiéndose en casa con sus amigos, por eso, cuando vives cerca al colegio de tus hijos, tu hogar podrá ser el punto donde todos se reúnan y construyan amistades de por vida.
Seguridad y colaboración
Estar cerca del colegio de tus hijos significa que, probablemente, los hijos de tus vecinos también vayan al mismo colegio. Gracias a esto podrás crear grupos de apoyo para recogerlos del colegio en las tardes y también para reaccionar en cualquier urgencia.
Tus hijos tendrán más tiempo, no solo para hacer tareas
Cuando los tiempos de desplazamiento hacia el colegio son muy largos, en muchos casos a los niños solo les queda tiempo para hacer tareas y dormir. Por el contrario, cuando los niños tienen más horas disponibles, podrán realizar alguna actividad extracurricular que disfruten como natación, danza o pintura, para jugar o descansar.
Menos contaminación
Un último aspecto que no podemos despreciar es que si no tenemos que emplear el auto para los desplazamientos no solo ahorraremos en bencina, sino que también evitaremos contaminar con el CO2 y gases nocivos que emanan de nuestros vehículos. Por lo tanto, estamos ante otro factor que, sin duda, ubica la balanza hacia la adquisición de propiedades localizadas en las proximidades de los centros educativos.