Home Panoramas Paolo Bortolameolli vuelve al Municipal de Santiago para dirigir la famosa Sinfonía n.º 7 de Beethoven

Paolo Bortolameolli vuelve al Municipal de Santiago para dirigir la famosa Sinfonía n.º 7 de Beethoven

by Lizkei10
  • El principal director invitado de la Orquesta Filarmónica de Santiago conducirá el sexto concierto de la temporada, cuyo programa contempla la obra Lohengrin, WWV 75: Preludio, Acto I, de R. Wagner; la Sinfonía n.º 38 en re mayor, K. 504: Praga, de W. A. Mozart; y la Sinfonía n.º 7 en la mayor, op. 92, de L.v. Beethoven.

Entradas desde los 3.500 disponibles en www.municipal.cl.

El Teatro Municipal de Santiago continúa su temporada de conciertos con el estreno de “La ciudad de oro”, un programa dirigido por la reconocida batuta chilena de carrera internacional y principal director invitado de la Orquesta Filarmónica de Santiago, Paolo Bortolameolli, en dos presentaciones que se realizarán el viernes 28 (19 horas) y sábado 29 de junio (17 horas).

En la oportunidad, el ex conductor asociado de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles (EE.UU.) abordará la obra Lohengrin, WWV 75: Preludio, Acto I, de R. Wagner; la Sinfonía n.º 38 en Re mayor, K. 504: Praga, de W. A. Mozart; y la famosa Sinfonía n.º 7 en La mayor, op. 92, de L. v. Beethoven.

Sobre el programa

Wagner dedicó la ópera Lohengrin, compuesta entre 1845 y 1848, al pianista y compositor Franz Liszt, inspirándose en un romance medieval germano sobre un caballero custodio del Santo Grial. Descrito como un “caleidoscopio de colores”, uno de los fragmentos más llamativos de la ópera es el Preludio al Acto I, una sección en la que el compositor quiso simbolizar musicalmente el descenso angélico del Grial a la Tierra.

El estreno de la Sinfonía n.°38 en Re mayor de W. A. Mozart, en tanto, ocurrió en Praga en 1787, durante la primera visita del compositor a la ciudad de Bohemia. De colorida orquestación, esta sinfonía llama la atención por su extensiva utilización de los instrumentos de viento, lo que la convierte en una pieza musical representativa del estilo maduro de Mozart en la técnica sinfónica.

Por su parte, la Sinfonía n.°7 en La mayor fue creada entre 1811 y 1812 por L.v. Beethoven, mientras el compositor se encontraba en la ciudad de Teplice con la esperanza de mejorar su estado de salud. Fue estrenada en Viena en 1813, en un concierto a beneficio de los soldados heridos en la batalla de Hanau durante las Guerras Napoleónicas. Se trata de una de las sinfonías más populares del compositor y él mismo la reconoció como una de sus mejores creaciones.

Respecto de las obras, Paolo Bortolameolli agrega que “Lohengrin es parte de lo que se conoce como las óperas tempranas de Wagner en el que va afianzando su búsqueda por ‘la obra de arte total’ donde el producto artístico le da igual importancia a la música, el texto, la voz y la puesta en escena. Además, la técnica del leitmotiv como herramienta narrativa se hace cada vez más presente. El Preludio al primer acto está construido alrededor del Tema del Santo Grial que surge delicado, transparente y noble en los sonidos de los violines, impregnando de espiritualidad toda la escena” explica. 

El director agrega que mientras que la Séptima de Beethoven fue denominada por el mismo Wagner como la apoteosis de la danza, por su impulso irrefrenable del ritmo, su segundo movimiento -una de las músicas más conocidas del compositor-  ha sido utilizada en muchos soundtracks de películas, como recurso narrativo por su gran expresividad. Y que “Mozart en su Sinfonía Praga nos regala una música sofisticada. En sólo tres movimientos, fortalece el sentido dramático llena de contrastes y con un amplio espectro emocional muy propio de sus óperas. Música donde la oscuridad acecha justo debajo de la luz”, concluye el director.

Entradas desde los 3.500 disponibles en www.municipal.cl.

El director Paolo Bortolameolli. Foto: Patricio Cortés.

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