Siendo el cáncer una de enfermedades con mayor impacto a nivel mundial, y en Chile, donde es una de las principales causas de muerte en adultos, la enfermería oncológica se consolida como un pilar esencial en la atención integral, combinando innovación, conocimiento clínico y acompañamiento humano en cada etapa del tratamiento.
Santiago, mayo de 2025.- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estimó que en 2022 hubo 20 millones de nuevos casos de cáncer a nivel mundial y 9,7 millones de muertes. Durante el mismo año, en Chile se registraron 59.876 nuevos casos de cáncer, y se estima que para 2035 esta cifra podría aumentar a 72.517 casos anuales, según cifras de Globocan.
Ante este panorama, la acción del sistema de salud y las opciones de tratamiento disponibles para la población son cruciales. Con un diagnóstico temprano y tratamiento adecuado, el 90% de casos de cáncer de mama en las mujeres tienen altas probabilidades de remisión, y la tasa en el caso de supervivencia a cinco años para el cáncer de próstata en hombres es también del 90%.
No obstante, para alcanzar estos resultados, más allá de los medicamentos, el instrumental y/o la disponibilidad de tratamientos, el foco está puesto en el rol humano que hace posible su implementación. En el marco del Día Internacional de la Enfermería, es importante destacar y reconocer que la práctica, y en particular la enfermería oncológica, es un eslabón esencial en el cuidado de los pacientes. Más allá de su labor clínica, las enfermeras y enfermeros se convierten en cuidadores y acompañantes que brindan apoyo emocional y contención, demostrando una vocación de servicio que trasciende el suministro de medicamentos o la asistencia durante los procedimientos terapéuticos.
Estos profesionales ofrecen un cuidado integral, estando presente en cada etapa del tratamiento, su compromiso y dedicación contribuye significativamente al bienestar físico y emocional de los pacientes, creando un ambiente de empatía y confianza indispensable para enfrentar los desafíos que implica el cáncer. “En el ámbito de la enfermería oncológica, uno de los principales desafíos que enfrentamos como profesionales de la salud es la necesidad de minimizar el impacto traumático, psicológico y doloroso del proceso de tratamiento en los pacientes. Mientras ellos se enfrentan a diferentes terapias, nosotros como personal sanitario debemos brindarle seguridad y acompañamiento continuo”, afirma Belén Navarro, Licenciada en Enfermería, Especialista en Cuidados Críticos y Desarrolladora de Negocios en Becton Dickinson (BD).
Por otra parte, la enfermería oncológica se encuentra en constante evolución, incorporando nuevas innovaciones y herramientas tecnológicas que mejoran la calidad de la atención brindada. En BD, empresa internacional de tecnología médica destinada a mejorar los descubrimientos médicos, los sistemas de diagnósticos y los servicios de salud, particularmente desarrolla un amplio conjunto de soluciones especializadas para transformar todo el proceso oncológico, desde la prescripción hasta la preparación y administración a lo largo de los tratamientos. Gran parte de estos recursos son aplicados directamente por las enfermeras y enfermeros, quienes desempeñan un papel crucial en su correcta utilización. Estas herramientas no solo optimizan los procedimientos, sino que también contribuyen al bienestar integral de los pacientes, minimizando riesgos y mejorando los resultados clínicos.
“La incorporación de soluciones tecnológicas no solo contribuye a la reducción de riesgos, sino que también permiten mejorar la experiencia del paciente, proporcionando procedimientos menos invasivos y más confortables. Asimismo, la innovación tecnológica beneficia al equipo de enfermería, brindando herramientas que facilitan su trabajo diario, incrementando la seguridad en la administración de tratamientos y reduciendo la carga emocional asociada al cuidado de pacientes oncológicos”, comenta Belén Navarro.
La capacitación continua es otro pilar fundamental que permite al personal mantenerse actualizado respecto de los avances en los tratamientos, optimizar los protocolos de cuidado y garantizar la administración segura de las terapias.